Arte a bordo
Para su proyecto de reforma, este walk up duplex localizado en una finca de mediados del XIX en la calle Barco del barrio madrileño de Malasaña, toma distancia de la concepción funcionalista de la casa como “máquina de habitar”. Se ha concebido más bien libremente como lugar de la creación, la memoria —encarnada en objetos colectados por la pareja en sus continuos circuitos de viaje— y el encuentro. La planta baja abre sus balcones a la calle y la inconfundible arquitectura de la villa y se organiza en torno a las áreas de faena, a la cocina como evento creativo y del compartir. Un luminoso taller de arte, en cambio, reina cual cabina de navegación en el piso superior y allí, mientras el dormitorio se abriga a la popa entre tejados a la vista, se abre a una terraza generosa, que funge de proa para divisar el horizonte.
Fotos: Lucía Marcano